Uno de mis libros favoritos en lo que a literatura erótica se refiere es “Memorias de una cantante alemana”. Me gusta porque son las confidencias íntimas, de índole sexual, de una mujer. Situándonos en la historia alrededor de 1850 este tipo de documentos me parecen valiosísimos.
Fue publicado bajo anonimato pero la autoría se le atribuye a la famosa diva Shroeder-Deurient que, según cuenta, llevó una vida muy liberal, pero tan discreta que jamás se supo. Se esforzó horrores en esconder sus escarceos para preservar su buen nombre, su halo de decencia. Escogía a sus amantes con lupa, escapando de los indiscretos como si fueran la peste y buscando entre los que tenían mucho que perder.
Al ser una narración anónima siempre surge la duda de si realmente la autora sería una mujer. Personalmente la narración me resulta muy creíble, bastante fiel al sentir femenino aunque hay una anécdota que me hizo sospechar que podría haber gato encerrado. En el capítulo que dedica a contar cómo se las ingeniaba para no quedarse embarazada y los primitivos métodos anticonceptivos que empleaba, dice que no soporta a los hombres que eyaculan fuera - que meten la marcha atrás- porque de ese modo ella pierde también su placer, situación que me sorpredió, al diferir de mi experiencia personal.
En la reseña que hice en Erotómana sobre “Memorias de una cantante alemana.” tengo copiado un párrafo de este libro que me encantó, lo enlazo:
Mi párrafo escogido de Memorias de una cantante alemana.